En los últimos años el aprovechamiento y el comercio de peces ornamentales se han
convertido en actividades importantes para la economía colombiana, a tal punto que el país es uno de los principales exportadores de Suramérica, alcanzando cifras cercanas
a los 7 millones de dólares, representados en cerca de 25 millones de individuos comercializados anualmente. Aunque en el país la actividad se viene desarrollando desde hace más de 3 décadas, la mayoría
de los peces exportados corresponde a peces capturados del medio natural, debido
a que a diferencia de los países europeos, en Colombia no se ha dado la transición
de individuos salvajes a líneas o variedades producidas en cautiverio, situación atribuida principalmente al desconocimiento de la biología básica de las especies y a que
no se han desarrollado eficientemente sistemas productivos sostenibles que nos permitan competir con calidad y exclusividad de productos.Sin embargo, en los últimos años se han
generado algunas explotaciones basadas en tecnologías generalmente empíricas que no siempre arrojan los resultados esperados, debido principalmente a que el desarrollo de una actividad productiva
está fundamentado, entre otros factores, en la investigación. No basta con reunir y difundir los avances y resultados de otros países, pues para ser aplicables deben
ser validados localmente, no sólo en el aspecto técnico sino en ambientes ecoló-
gicos y socioeconómicos particulares
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